Uno de los mayores lagos artificiales de Europa cubre la antigua mina de As Pontes

Tiene una superficie equiparable a la de la ciudad de A Coruña. Feijoo cree que este nuevo espacio será “una oportunidad ambiental, paisajística y turística para la comarca, para Galicia y para el noroeste de España”.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acudió el miércoles a conocer el lago artificial de As Pontes, el más grande de la Península Ibérica, y creado sobre el hueco de una vieja mina de lignito agotada en 2007. Hace pocas semanas finalizó la fase de llenado del lago, que comenzó hace cuatro años, en 2008, y en la que se acumularon 550 hectómetros cúbicos de agua en los 18 kilómetros de perímetro del lago, más de 25 veces a capacidad del embalse de Cecebre (Abegondo, A Coruña). Durante su visita, el jefe del Gobierno gallego subrayó que Galicia puede sentirse orgullosa de contar con un activo como este lago –con una lámina de agua de una superficie equiparable a la de la ciudad de A Coruña-, “que servirá para diversificar la oferta turística y avanzar en el compromiso de incrementar el peso del turismo gallego en la economía gallega”. Feijoo añadió que este lago “abre el camino para convertir As Pontes en un referente turístico dentro de Galicia y de Europa: un referente de los deportes náuticos, de la pesca, del senderismo, del ecoturismo, y del turismo playero, gracias al arenal artificial construido con más de 30.000 metros cuadrados”. “En definitiva, estamos devolviendo a la naturaleza y a todos los gallegos lo que fue suyo, convirtiendo lo que podía ser un problema en una enorme oportunidad. En la década de los 80, la producción de lignito de la mina llegó a conseguir los 12 millones de toneladas anuales, y sirvió para alimentar en su totalidad a una central térmica de 1.400 Mw. Hoy, aquella oportunidad económica para esta comarca se transforma en una oportunidad ambiental, paisajística y turística sin parangón en Europa”, afirmó el presidente gallego. El lago, propiedad de Endesa El presidente de Endesa, Borja Prado, aprovechó la ocasión para señalar que esta actuación es “la mayor restauración ambiental que se ha hecho en España”, que le ha costado a la compañía más de 35 millones de euros. La eléctrica estaba legalmente obligada a reparar el daño causado al paisaje tras 31 años de explotación minera a cielo abierto. Legalmente, el lago pertenece a Endesa que la cederá a la Xunta en una fecha todavía por concretar. Antes, la Xunta tendrá que desafectar el suelo y declarar su utilidad pública. Endesa empezó a inundar el hueco de la mina en enero del 2008 y finalizó el pasado 18 de abril. El Eume aportó el 63% del agua embalsada y el resto procede de los ríos Illade, Meidelo, varios arroyos y aguas de escorrentía.

Fuente: elpais.com, Xunta de Galicia
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