El dispositivo desplegado en Castrocontrigo evitó que ardieran 50.000 hectáreas, según el consejero Silván

El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Antonio Silván, ha comparecido hoy, a petición propia, ante la Comisión de Fomento y Medio Ambiente para informar sobre el incendio forestal de Castrocontrigo, en León, a finales de agosto. El responsable de Medio Ambiente ha asegurado que se trata del incendio “más importante en cuanto a magnitud y extensión forestal de la historia estadística de la Comunidad y, sin duda, uno de los incendios más complejos, explosivos, virulentos y con mayor velocidad de propagación y altura de llama, a los que ha tenido que hacer frente el operativo de lucha contra incendios forestales”. En su intervención, Silván ha destacado que las medidas adoptadas desde el primer momento en el que se tuvo conocimiento del incendio y las actuaciones llevadas a cabo, permitieron reducir sus consecuencias en torno a una quinta parte, ya que la extrema virulencia con la que se desarrolló el siniestro hacía prever, según los modelos de simulación de incendios, la quema de una superficie de 50.000 hectáreas, cuando finalmente quedó reducida a 11.725. Al inicio de su intervención, Silván ha querido dejar claro que “el único del origen y las consecuencias de este terrible incendio ha sido un delincuente sobre el que esperamos caiga todo el peso de la ley y en ello están centradas las tareas de investigación de la Guardia Civil y de nuestros Agentes Medioambientales”. En el relato del dispositivo puesto en marcha, el consejero ha destacado en que apenas media hora “desde que se detecta el incendio, están trabajando en el ataque inicial 6 helicópteros, 6 aviones, 3 Técnicos, 8 agentes, 10 bulldózer, 5 cuadrillas y 3 autobombas y se solicita la intervención de la UME”. En torno a un millar de personas trabajaron finalmente en las tareas de extinción. Silván se ha querido referir a la magnitud del desastre, un incendio “de terribles consecuencias medioambientales, económicas y sociales, en el que al gran valor ecológico de la masa forestal arrasada hay que sumar la pérdida que ello supone para muchas familias y vecinos de la zona que tienen en el aprovechamiento del monte su empleo y sustento”. Precisamente a la colaboración de estas personas ha aludido el consejero como aspecto fundamental en todo el proceso que se llevó a cabo y ha valorado “el apoyo y la colaboración de los municipios y localidades afectadas, de las autoridades y de la población local, de los responsables locales y los vecinos, que con su vocación forestal ha dado lo mejor de sí y ha trabajado y colaborado en todo momento con los medios de extinción”. Manos a la obra para la restauración de la zona Silván ha destacado que las “devastadoras consecuencias exigen de todos una ardua labor para más pronto que tarde lograr la completa restauración de la superficie arrasada y con ello su recuperación como riqueza natural y sustento de actividad, esencial para las localidades y vecinos de la zona”. El consejero ha indicado que los problemas más apremiantes de esta primera fase son la saca de la madera quemada, para permitir que la regeneración natural del pinar a través de sus piñones progrese adecuadamente y evitar la aparición de plagas, y la salubridad de las captaciones de agua. Silván ha subrayado que la Junta cuenta ya con un Plan de Recuperación y Restauración cuyas medidas más urgentes empezarán a ejecutarse este otoño, y que de hecho ya se está trabajando “en la configuración de los lotes para la saca de la madera quemada y en las labores necesarias para la protección y restauración de los terrenos en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Duero”. El incendio, en cifras Las llamas han afectado a cinco municipios de la provincia de León (Castrocontrigo, Castrillo de Valduerna, Destriana, Luyego y Quintana y Congosto) y a las Juntas Vecinales de Morla de la Valdería, Torneros de la Valdería, Castrocontrigo, Nogarejas, Pinilla de la Valdería, Pobladura de Yuso, Castrillo de la Valduerna, Velilla de la Valduerna, Destriana, Tabuyo del Monte, Palacios de Jamuz, Quintanilla de Florez y Torneros de Jamuz. El incendio ha tenido como consecuencia la quema de una superficie total de 11.724 hectáreas, de las cuales 10.555 (el 90%) corresponden a arbolado y el resto, 1.169, matorral y pastos, fundamentalmente. 8.153 ha (el 70%) son Montes de Utilidad Pública (11) y 9.015 ha (el 77%) son Cotos Privados de Caza (12) Se han visto afectadas también diversas superficies incluidas en Red Natura 2000 – los LIC (Lugares de Importancia Comunitaria) Montes Aquilianos y Sierra del Teleno y Riberas del Rio Órbigo y afluentes y la ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) Montes Aquilianos, y en pequeña medida (0,41 ha) la Zona Húmeda Catalogada Laguna La Laguna.

Fuente: Junta de Castilla y León
Enlace: http://www.prensa.jcyl.es/ver/documento/$3801