Lechuzas, cernícalos y comadrejas para combatir el topillo en las Lagunas de Villafáfila
La lucha biológica se está utilizando como un mecanismo natural de control de la plagaDesde el año 2009, el GREFA, en colaboración con la Universidad de Valladolid, con el Instituto de Investigación de recursos cinegéticos y con el Museo Nacional de Ciencias Naturales, desarrollan un proyecto de gestión de plagas de topillo, basado en favorecer las poblaciones autóctonas de lechuzas comunes y cernícalos vulgares.
Durante el año 2007 se produjo en la Tierra de Campos de Castilla y León, una plaga de topillos que afectó a gran parte de los campos de la provincia de Zamora. El causante de este tipo de plagas es el topillo campesino (Microtus arvalis), un micromamífero cuyo origen se encuentra en las zonas montañosas del Norte de la comunidad y que ha colonizado en la actualidad gran parte de la meseta.
La causa de esta expansión hay que buscarla en el aumento de los cultivos de regadío, en especial de alfalfa, en las tradicionales zonas cerealistas de secano, que proporcionan a los topillos un hábitat idóneo en lugares donde antes no existía.
El método tradicional para luchar contra estas plagas ha sido el uso de venenos, de dudosa eficacia contra la plaga, pero que puede afectar gravemente a las poblaciones de rapaces o incluso a las especies cinegéticas.
El Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona (GREFA) inició en 2009 un programa de control biológico de plagas del topillo campesino, utilizando depredadores como mecanismo natural de control. Las especies que se están gestionando con este proyecto son el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), la lechuza común (Tyto alba) y la comadreja (Mustela nivalis).
Una de las áreas donde se lleva a cabo este proyecto es la Reserva Natural de Las Lagunas e Villafáfila, concretamente el municipio de San Martín de Valderaduey. En esta localidad, debido a la elevada escasez de árboles y arbustos y la desaparición de viejos edificios donde poder criar cernícalos y lechuzas, se han construido cajas-nido de diferentes modelos. La instalación de estas cajas-nido han compensado la falta de árboles de gran porte, necesarios para la nidificación de estas especies. En torno a unas 100 cajas se han distribuido de forma aleatoria en una superficie de unas 2.000 hectáreas
El periodo de cría de lechuzas y cernícalos coincide con el periodo de reproducción del topillo. Además mientras el cernícalo caza de día, la lechuza lo hace de noche. El 90% de la dieta de la lechuza común se compone de roedores, pudiendo llegar a consumir durante el periodo de cría entre 500 y 700 topillos cada nido.
En los censos que se realizaron en el año 2009, cuando comenzó el proyecto, no se contabilizó ninguna pareja de lechuza común, ni tampoco de cernícalo vulgar en el área de estudio, mientras que en la actualidad el número asciende a 18 parejas de lechuzas y entre 30 y 35 cajas-nido de cernícalo vulgar están ocupadas.
En la actualidad otros pueblos de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila y cercanos a ella, se han interesado por esta iniciativa.Fuente: www.miespacionatural.es
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