Castilla y León avanza en el proceso para la certificación regional de sus montes

Las principales asociaciones del sector forestal y de su industria, convocadas por Cesefor, se dieron cita en Valladolid el pasado 22 de junio para poner en marcha el Grupo de Trabajo de la Certificación Regional PEFC.

Las principales asociaciones forestales y su industria en Castilla y León concurrieron el pasado 22 de junio a un encuentro organizado por Cesefor cuyo propósito era avanzar en el proceso de Certificación Regional por el sistema PEFC. También participaron los principales agentes sociales que intervienen en el proceso. En la reunión, el asesor del Director General de Medio Natural, Álvaro Picardo Nieto, presentó las conclusiones para Castilla y León del III Inventario Forestal Nacional. "El primer paso para realizar la GFS a escala regional es que la misma propiedad lo solicite, por eso es imprescindible que en el ente solicitante se encuentren representados los propietarios de los montes", exponen Félix Pinillos y Olga Moro, del Área Forestal de Cesefor. Por ello, en el encuentro se creó un Grupo de Trabajo para la redacción de unas Directrices Regionales de Certificación.

De los interesados del Grupo de Trabajo se creará una asociación que será la solicitante de la GFS. Sus resultados se verán a finales de septiembre, fecha en la que se espera que esté constituida la asociación. Posteriormente, el ente solicitante de la certificación debe remitir, a través de una empresa intermedia que ejerce como entidad certificadora, un cuestionario a la auditoría. Ésta debe informar y, en el caso de que el informe sea positivo, se emite el certificado de Gestión Forestal Sostenible.

La gestión forestal como medida

Una de las medidas que requiere el planeta para frenar el cambio climático es la Gestión Forestal Sostenible (GFS), cuya finalidad consiste en garantizar a los consumidores la procedencia de los productos de los bosques gestionados de forma sostenible. La GFS es el proceso por el que una tercera parte, independiente en ese proceso, asegura que la gestión de una superficie forestal se ajusta a los requisitos establecidos en las normas españolas de GFS. Es importante destacar que certificar la Gestión Forestal Sostenible de una superficie forestal puede derivar en la certificación de los productos que se obtengan de su gestión.

La GFS se extiende a los productos de madera y derivados de ésta que, manufacturados por las correspondientes industrias, darían lugar a productos finales certificados. Esto es lo que se conoce como certificación de la Cadena de Custodia. Con la GFS se pretende mantener y desarrollar los recursos forestales y su contribución a los ciclos globales del carbono; mantener la vitalidad y salud de los bosques; mantener, conservar y desarrollar la diversidad biológica; y mantener y desarrollar de forma apropiada las condiciones socioeconómicas que brinda el bosque al conjunto de la sociedad.